Cierra los ojos y exhala todas tus preocupaciones, problemas, malestares... Deja la mente en blanco, sin pensamientos, sin distracciones e imagina un lugar bonito, precioso, que te sea cómodo y te dé paz, ya sea una playa, una montaña... 

Pero sobretodo, que te guste y puedas sentirte en paz, una vez tengas ese lugar metido en tu cabeza, siente su sonido, el sonido de las olas o el canto de algún pájaro... Entonces, en ese mismo momento inhala aire, siente como tus pulmones se abren y aceptan esa carga de paz y de amor, brinda por tu bienestar, por tu momento, porque te lo mereces.

Ve exhalando y en cada exhalación sientes como todo aquel malestar que habitaba en tu interior va desapareciendo y al inhalar, sientes como la energía positiva ocupa ese lugar, más paz, más armonía. 

Sigue haciendo esas exhalaciones e inhalaciones y ve sintiendo como tu cuerpo se va recargando, como esa energía positiva se va quedando en ti, siente esa desintoxicación de la rutina. 

Abres los ojos, vuelves al mundo real, pero todo ese bienestar y energía está en ti, te sientes relajado y tranquilo, en paz y muy agusto, estás contento y feliz, sientes una gran dosis de alegría y plenitud.

Por favor, regálate cada día una pequeña dosis de bienestar, tu cuerpo y mente necesitan estar conectados para poder funcionar correctamente.

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